La luna brilla más que ninguna otra noche que yo recuerde en mucho tiempo. Reina en el cielo sin envidiosas estrellas que intenten embobarnos con su tenue luz. Esta noche la luna, inmensa y reluciente, ejerce su supremacía, se declara como dueña y señora del más oscuro cielo, con su más poderosa luz.
Nadie le quitará su reinado, y nadie la borrará de mi memoria. Hoy la más bonita luna ha iluminado el último cielo del último verano.
Se respira calma, tranquilidad, sosiego, pausa… ni una sola hoja de ni un solo árbol baila al son que dicta el viento del mar. Tan solo una tenue fragancia a libertad mezclada con gotas de un extinto verano más en la playa, me recuerda lo que echaré de menos las noches de soledad mirando a la luna y escribiendo en un papel con simple tinta, un ardor que de mi pecho sale gritando desesperado.
La vida es una obra de teatro, y la función ha de continuar. Se acabó este acto, se cambian de ropa los actores que interpretan la función, se repasan los apuntes de la siguiente escena, se cambia el decorado y la iluminación.
El público, exigente ignorante que observa la obra de mi vida tras pagar un par de euros, apremia con cuchicheos y susurros, que quiten la foto del cielo oscuro con su reinante luna del telón, y este, se vuelva a abrir para seguir mostrando la pantomima de una vida escrita línea a línea, y verso a verso, sobre la marcha, y sin rima ni entonación.
No os olvidaré amigos, no os olvidaré.
Mis recuerdos dictarán la felicidad de mi futuro, y mis recuerdos serán, los que fueron con vosotros.
No os olvidaré amigos, no os olvidaré.
Se acabará otro verano, finalizará la cuenta atrás, el reloj dará su última campanada… pero mañana… todo vuelve a empezar.
La luna, de nuevo reinará en el cielo, aunque no la podamos ver. El mar seguirá rompiendo en la orilla, aunque no lo podamos escuchar, y al tic del reloj, le seguirá acompañando su tac.
Se acabó… mañana la guerra va a estallar. Mañana una nueva época de mi vida, de mi función, de la obra maestra de mi vida, va a empezar.
Exámenes: allá voy, con toda mi fuerza, con todo mi coraje, con toda mi vida… con todo un año por delante jugado a la suerte de 2 notas, de 2 teses, de 2 horas, de 2 suspiros, y de 2 sonrisas triunfadoras.
Estalló la batalla final bajo la luz de mi luna, y con mi boli escribiré mi futuro con tinta de oro. No pienso fallar, porque solo cabe GANAR.
Mi vida, esta en mis manos, y tras una importante escena de unos minutos, espera una nuevo acto, y por “mis santos cojo…”… lo voy a echar a andar.
Esprisions
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