martes, 25 de enero de 2011

Una decisión, una responsabilidad

El futuro empieza a andar.

Sigo viendo 2011 con muy buenos ojos, de momento este año sólo tengo cosas buenas que contar. Dicen que pensando en positivo, todo se convierte en positivo.

Bueno, en realidad, lo que dicen es que a tu vida atraes lo que quieres, que el universo no escucha el resto, y sólo escucha el "quiero tal". Si dices "quiero felicidad" atraerás felicidad, pero si dices "no quiero sufrir" el universo sólo empieza a leer a partir del quiero, y ese "no", no lo escucha por lo que entiende que "quieres sufrir".

Todo esto es sólo leyenda, ¿universo? llámalo X, me parece bien, llámalo energía, mejor todavía. Lo que está claro es que cuando te centras en cosas positivas, terminas obteniendo cosas positivas. Y cuando te centras en cosas negativas, aunque sea no queriéndolas, terminas obteniendo aquello de lo que rehuías. Pensarlo. ¿acaso no es cierto?

Así pues, el inicio de 2010 fue lamentable, horroroso en el plano personal. Avanzó de aquellas formas... con muchos altibajos, y terminó con un plan de vida que iba por muchas decisiones, muy importantes, y muy difíciles.

Desde que empecé a decidir qué quería hacer con mi vida, incluso desde antes, llevo pensando en positivo, no pienso lo que no quiero, "no quiero fracasar" porque implica que me obsesionaría con "fracasar" y es lo único que conseguiría. Al contrario, pienso en "quiero ser feliz, quiero triunfar", y os aseguro que por eso lucho.

La vida está llena de decisiones, el problema es que tendemos a elegir las decisiones más fáciles, y estas no son otras más que las continuístas, aquellas que nos dejan como estamos. Yo, después de perder muchas cosas por tomar las decisiones fáciles, he decidido que ya valía.

Cambio de trabajo, con un periodo de transición que me llevará a conseguir una forma de vida que siempre deseé.

Cambio de vida, que me llevará a discutir en casa (como de hecho ya estoy sufriendo) pero a mejorar en lo personal. Este periodo de transición será más largo y duro.

Así pues, he tomado una serie de decisiones, y así pues, tomo la responsabilidad de todas ellas.

¿Una locura? Puede, pero cuando la sonrisa profident es sólo un anuncio, hay que afrontar la vida, y plantarse cara a ella para decirle "quiero ser feliz, puede que un tiempo no sea feliz, pero voy a ser feliz", sin mencionar ni una sola palabra negativa, para no centrarte en lo malo que puede venir.

Una decisión, una responsabilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario